La encontraron días después
con las manos blancas de pintar
su nombre en la pared
y el tuyo junto a él,
borrado de pensar
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad,
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad.
Y al verte quiso gritar
y no pudo más que susurrar
palabras sin razón.
Rompió su corazón,
lamentando pensar
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad,
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad,
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad,
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad,
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad,
que nunca volverá,
que nunca ha estado allí,
que todas las promesas que hizo
no eran de verdad...